La Cueva de la Pileta, en Benaoján, Málaga, atesora una extraordinaria colección de pinturas rupestres del Paleolítico Superior
Cueva de la Pileta
29370 Benaoján, Málaga
Visitas en invierno:
Días laborables: 11.30, 13 y 16 horas.
Fin de semana y festivos: 11, 12, 13, 16 y 17 horas.
Visitas en verano:
Días laborables: 10.30, 13, 16.30 y 18 horas.
Fin de semana y festivos: 10, 11, 12, 13, 16, 17 y 18 horas.
Precios: 10 euros, adultos. 6 euros, niños de 5 a 10 años.
677 610 500
contacto@cuevadelapileta.es
Un viaje a través del tiempo para revivir la prehistoria con los niños. Esta es la experiencia que pueden encontrar las familias que se animen a hacer una excursión a la Cueva de la Pileta, el enclave rupestre más importante de España después de Altamira, que guarda restos y pinturas fundamentales para entender cómo era la vida de los primeros pobladores en el continente europeo.
La Cueva de la Pileta fue la primera cavidad que se estudió fuera del norte de España. Está situada en el término municipal de Benaoján, en la provincia de Málaga, a hora y media de Sevilla y es conocida como la Altamira de Andalucía. La gruta prehistórica está declarada Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural y atesora en su interior extraordinarias pinturas rupestres del Paleolítico Superior.
Las pinturas representan diferentes animales como ciervos, caballos, peces, cabras, toros, además de signos abstractos y figuras indeterminadas. Se trata de un importante conjunto que aporta interesantes datos sobre la expansión del arte paleolítico fuera de sus áreas clásicas de desarrollo (norte de España y Sur de Francia).
El hallazgo casual de esta cueva en 1905 supuso en su día toda una revolución en el arte prehistórico ya que se encontraron restos de cerámica de la época y un valioso conjunto de pinturas rupestres, aunque por motivos de conservación solo se muestra una parte del arte rupestre existente en la Galería Principal.
Para visitar la Cueva de la Pileta no es necesario concertar la visita con antelación, aunque sí es conveniente, ya que tiene un régimen de visitas controlado para minimizar el impacto de los visitantes en la cueva. Las visitas son por orden de llegada y en pases con no más de 25 personas, comenzando el siguiente pase a la salida del anterior. Los pases no tienen un horario fijo, variando en función del tiempo empleado en realizar el recorrido, aproximadamente una hora, y la afluencia de visitantes. En momentos de poca afluencia de visitantes se unificarán las horas de visita.
El recorrido se realiza siempre en compañía de un guía ya que la cueva no tiene iluminación eléctrica y el recorrido, de unos 500 metro de longitud tiene algunos tramos resbaladizos por la humedad y la erosión de las rocas. Antes de comenzar el recorrido se provee a los visitantes de lámparas portátiles y se recomienda llevar un calzado de montaña, que sea cómodo y se adhiera bien al suelo.
La Cueva está abierta todos los días del año. El horario de apertura es de 10 a 13 horas (último pase) y de 16 a 18 (último pase). De octubre a marzo el último pase es a las 17 horas. Los billetes para las visitas en sábados y festivos pueden adquirirse dichos días desde las 10 horas, y hasta completar el cupo del día, en la recepción de la Cueva.
