Siempre he sido un gran admirador del escritor galés Roald Dahl. Me enamoré de su literatura cuando leí Las Brujas con nueve años, y desde entonces he procurado leer todo lo que este hombre ha escrito. Ahora, con treinta y tres, sigo leyendo sus libros, los sigo coleccionando y me sigo divirtiendo, asombrando y emocionando con sus historias.
Dahl siempre supo conectar con los niños. Y leyéndolo como adulto te das cuenta como supo retratar con gran precisión lo increíblemente estúpidos que a veces resultámos los adultos, especialmente a ojos de los niños.
Como fanático de la obra de Roald Dahl, no pude evitar fruncir el ceño al leer el siguiente titular de un artículo publicado en una revista digital de literatura infantil; decía así: “David Walliams, el nuevo Roald Dahl»
David Walliams es un gran actor cómico inglés y un guionista muy divertido. Sabía que había comenzado a escribir libros para niños e intuí, dada su exitosa carrera como comediante, que esos libros serían divertidos, pero de ahí a nombrarlo heredero de Roald Dahl…
No se me ocurrió mejor manera de comprobarlo que leer algunos de sus libros. Entonces aún no habían sido editados en España, de modo que me compré un par de ellos por internet: The boy in the dress y Gangsta Granny.
En cuanto me llegaron los leí del tirón. No son difíciles de leer en inglés salvo por algunos juegos de palabras de bastante difícil traducción. Y tengo que reconocerlo: volví a sentir lo mismo que cuando tenía nueve años y leí Las Brujas. La influencia de Roald Dahl en los libros de Walliams es patente y además no trata de disimularla. Sin embargo, David Walliams no es Roald Dahl, en el sentido de que no copia o imita al escritor galés, sino simplemente sigue las normas que este instauró en sus libros y las adapta a la literatura infantil del siglo XXI.
Al igual que Dahl, David Walliams habla directamente a los niños. Los adultos suelen quedar a menudo en ridículo, y sus historias siempre caminan entre el gamberrismo y la ternura, entre la risa y la lágrima, entre cierta “divertida crueldad”, (especialmente hacia los adultos estúpidos y niños repelentes), y un profundo mensaje de tolerancia…
Las historias de Walliams hablan de Dany, un niño que se siente bien vestido de niña y trata de ser aceptado de esa manera por su familia y compañeros, dándose cuenta que su actitud provoca más revuelo y escándalo entre los adultos que entre los propios niños, (The boy in the dress); también nos cuenta la historia de una adorable abuelita aunque terriblemente aburrida a ojos de su nieto, que nunca quiere pasar tiempo con ella, hasta que un día descubre que la ancianita lleva una doble vida y por las noches es una temible ladrona de joyas, que está a punto de dar el golpe del siglo robando las joyas de la corona británica, (Gangsta Granny); o la historia de un terrible cocinero que utiliza ratas para preparar las hamburguesas que luego da de comer a los niños del colegio, (Ratburguer).
La buena noticia es que David Walliams por fin ha sido publicado en español. La editorial Montena ha lanzado ya tres de sus siete libros, y esperemos que vayan traduciendo los demás. Hasta ahora los que podéis encontrar en librerías son La increíble historia de la Abuela Ganster, La increíble historia de los Bocadillos de Rata y La increíble historia del Chico del Millón.
Los recomiendo absolutamente, pero no solo a los niños de entre ocho y doce años a los que va dirigido, (es una lectura más que recomendable para niños), sino también a los adultos que estáis leyendo esto. En serio, lo vais a pasar en grande.
Larga vida literaria a David Walliams, el nuevo Roald Dahl.