En este blog suelo hablar fundamentalmente de literatura infantil y juvenil, que es una pasión muy extendida y compartida por muchos lectores en todo el mundo, (y no solo hablo de lectores jóvenes). En mi caso, además de una pasión, podría decir que la literatura infantil y juvenil es casi una forma de vida, y digo casi porque no es mi única ocupación. Tengo la fortuna de compartir mi vida profesional con dos disciplinas artísticas que me apasionan: una es la literatura, y creo que eso es algo que ha quedado claro si habéis leído los post que he ido publicando hasta ahora; la otra es la magia, la prestidigitación, el ilusionismo, el noble arte de engañar honradamente para hacer posible lo imposible… Lo cierto es que la magia es una de las mejores aficiones que uno puede tener.
Comencé en la magia hace muchos años, siendo un peque. Es ya una historia habitual entre los magos comentar en sus biografías que ellos comenzaron en esto porque alguien, en su momento, les regaló una caja de magia. En mi caso es exactamente lo que ocurrió. Las cajas de magia, desde la mítica Magia Borrás hasta la gran variedad que podemos encontrar en las jugueterías actualmente, son un buen punto de partida para iniciarse en este arte maravilloso.
Sin embargo, la mejor manera de aprender magia es mediante los libros. Existen cientos, miles de libros de magia que abarcan todas las disciplinas, desde la magia de cerca con cartas y monedas hasta las grandes ilusiones con aparatos y cajas que sirven para hacer aparecer a tres personas. Hay muy buenos libros escritos por grandes magos que son estupendos para iniciarse en esta bella afición. Sin embargo, no abundan los libros que tratan precisamente la iniciación a la magia que vayan dirigido a los niños, y de los que podemos encontrar, no todos son adecuados, ya que a menudo no suelen estar pensados para los niños en cuanto al aspecto y tratamiento en sí del libro. Un peque no va a engancharse a la magia con ocho años si lo que cae en sus manos es un libro poco atractivo y de difícil comprensión, por muy milagrosos y apasionantes que sean los trucos que desvela en su interior.
Por eso hoy recomiendo este libro: Los Secretos de Mag Lari, un estupendo libro de iniciación a la magia, pensado sobre todo para los niños, (ojo, como suele ser habitual, esto no quiere decir que no sea interesante para los adultos, de hecho, en mi repertorio profesional tengo algún que otro juego sacado de este libro). Mag Lari, no solo es un grandísimo profesional de la magia y un fantástico creador de espectáculos, sino que además se ha preocupado de que su libro de “secretos” esté especialmente cuidado para que no ocurra lo que comentábamos anteriormente: que los niños se aburran aprendiendo magia.
Todo lo contrario, lo textos del libro, escritos por Montse Lari y las ilustraciones de Óscar Fernández, hacen que este sea atractivo, fácil de entender y, lo más importante, enseña buena magia. Los trucos que podemos encontrar pueden hacerse con elementos fáciles de adquirir o encontrar en casa; propone métodos de presentación y facilita información necesaria para que los que se hayan enganchado a esta mágica afición puedan seguir progresando. En mi opinión hacía falta un libro así, y hemos de agradecérselo a Mag Lari.
Que los peques lean, disfruten de la magia, aprendiéndola y practicándola es algo muy positivo pues, la magia, es una de las mejores aficiones que se puede tener. Te ayuda a relacionarte socialmente, desarrolla tu espíritu crítico y te aseguro que te hace mejor persona. Y cuando los peques tengan el show preparado, que toda la familia se siente en el sofá y disfruten del espectáculo.
