Debo comenzar pidiendo disculpas. Así es. Han pasado ya varias semanas desde que escribí mi último post en este blog y, desde que se publicó esa última entrada, cada semana que pasaba y no escribía nada, un sentimiento de culpa me golpeaba con fuerza en la nuca. Me gusta mucho este blog. Lo adoro. Y disfrutó mucho compartiendo con todos aquellos que lo leéis mi pasión por la literatura infantil y juvenil. De modo que aquí quedan estas palabras a modo de disculpa tras este retiro veraniego, y sirvan también para reafirmar mi compromiso de seguir reseñando y hablando de libros para peques con una mayor y más estable continuidad.
Dicho esto, vamos a lo que nos interesa.
Uno de mis autores contemporáneos favoritos es el británico Neil Gaiman. Para lo que seguís este blog, recordaréis que ya hable de él y de su fantástica novela juvenil, El Libro del Cementerio, en un post anterior. En esta ocasión os quiero hablar de un libro muy reciente titulado: El Galáctico, Pirático y Alienígena viaje de mi Padre, un título de traducción bastante libre del original en inglés, (Fortunately, the Milk), pero que funciona y resume muy bien la historia que encontramos en sus páginas.
El libro arranca con una madre que ha de marcharse unos días por motivos laborales, dejando solos a sus dos hijos con su padre, y también con una interminable lista de cosas que hacer durante su ausencia, entre las cuáles se haya una bastante importante: comprar leche, pues apenas queda en la nevera.
Todo va bien en los siguientes días hasta que se dan cuenta de que, definitivamente, y tal y como pronosticó su madre, se les ha terminado la leche. El padre decide salir a comprarla, tardando algo más de lo esperado en regresar. Cuando por fin lo hace, ante la pregunta de sus hijos: “¿Porqué has tardado tanto?”, el padre les relatará el asombroso viaje que ha hecho desde que salió de casa, siendo secuestrado por unos repugnantes extraterrestres a bordo de un platillo volante, pasando por tensos encuentros con una extraña tribu, piratas, vampiros, una misteriosa joya incrustada en un volcán, sin olvidar el montar en globo con un Stegosaurio que resulta ser un brillante científico y, por supuesto, viajes en el tiempo. Una sucesión de caóticas, surrealistas, disparatadas y divertidas aventuras para terminar trayendo a casa, sana y salva, la preciada botella de leche.
Pensada para lectores a partir de ocho años, Gaiman nos ofrece con esta historia un virtuoso ejercicio de imaginación desbordante, marcado por un ritmo y un pulso narrativo medido al milímetro, que no deja lugar a la pausa. El libro no está dividido en capítulos, todo sucede en continuidad, y no es de extrañar que los peques lo lean del tirón, igual que se bebe un vaso de agua cuando la sed aprieta.
Una historia de padres fabuladores e hijos desconfiados pero deseando creer. Algo así como un maravilloso retorno a la infancia, que sin duda puede considerarse desde ya una joya en la literatura infantil y juvenil contemporánea.
Edita Roca Editorial que, como ya viene demostrando desde hace tiempo, cuida bastante sus publicaciones. Las ilustraciones de esta edición española corren por cuenta del versátil Skottie Young. Aunque en este asunto hubiera preferido al artista de la edición inglesa y americana, Chris Riddell, colaborador habitual de Gaiman, es justo reconocer que Young ha realizado un trabajo soberbio, dando como resultado un libro, no solo de maravillosa lectura, sino también divertido y sorprendente en el aspecto visual.
Por último, una recomendación: no es mala idea que los adultos os leáis el libro. Podréis sacar un montón de buenas ideas que os sirvan como excusas a modo de historias fascinantes cuando, si se da la situación, vuestros hijos os hagan esa pregunta de: “Papá, ¿porqué has tardado tanto en llegar?”.
Feliz lectura.
El Galáctico, Pirático y Alienígena viaje de mi Padre
Neil Gaiman
Ilustrado por Skottie Young
Roca Editorial
113 páginas