El pasado fin de semana tuvimos en casa a un invitado de excepción: Se trata de un payaso de peluche, llamado Pampito, que es la mascota de la clase de Pirfita. La experiencia consiste en lo siguiente: Cada viernes, sale de la guardería rumbo a su casa uno de los niños con el payaso de marras de cuya compañía podrá disfrutar durante todo el fin de semana. Pampito no viene solo. Trae con él un cuaderno de anillas en el que se nos invita a los padres a dejar constancia de lo vivido con el peluche durante esos días.
Abrí el cuaderno y me sorprendí: Algunos padres y madres de los niños que precedieron a Pirfita se lo había currado. Las primeras páginas del cuaderno estaban cuidadosamente escritas, con lápices de colores, pegatinas, brillantinas… Y habían sido elegidas a conciencia las fotos que acompañaban a los textos. Había, incluso, una madre que no había escatimado en detalles y había rellenado ¡¡¡ 16 carillas!!! con las aventuras de su hija y el peluche. Lo sé porque las conté. Que si “mi mamá nos leyó un cuento”, que si “fuimos a una fiesta muy divertida”, que si “jugamos con todos los primos”…
Tengo más de 900 seguidores en Twitter y casi 700 amigos en Facebook (sí, ya sé que cuando lo digo parezco asquerosamente ególatra y soberbia. Me doy coraje hasta a mi misma), pero no pude soportar la presión del “cuaderno de Pampito” y sucumbí al encanto de parecer la mamá más enrollada que había tratado mejor que ninguna a la mascota.
Odio los peluches. Son suaves sacos de ácaros. Pero ahí iba yo, durante todo el fin de semana, arrastrando al indeseable Pampito y a Pirfita por toda la casa, para sacarles la mejor foto. Hasta me llevé el peluche a un teatro para bebés en el que, como no, también los fotografié. Y al parque. Y al centro comercial. Y al supermercado…
Una vez que tuve las fotos reveladas, quedaba escribir una historia que dejara a la altura del betún a las que me precedían en el cuaderno. “Cuatro años de carrera y diez de ejercicio periodístico tienen que servirme de algo”, pensé. El resultado fueron tres carillas de una libreta de anillas con las forzadas fotos y un texto con licencias literarias que terminaba la fuga de Pirfita y el peluche “porque un fin de semana les supo a poco y quisieron seguir disfrutando de su bonita amistad, robaron un coche de policía y nada se sabe de ellos. Ésta es la foto que captó una cámara de seguridad”. Cerraba el texto una instantánea de los dos en el interior de un cochecito de policía (de los de echarle monedas para que funcionen).
El lunes entregué en la guardería al payaso y al cuaderno. Ahora sé que la historia está inacabada y faltaría entregar una fotocopia de este texto que, obligatoriamente, tengo que terminar reconociendo que todo es “postureo”, puro y duro, de una madre primeriza y gilipollas que no ha sabido gestionar bien su ego y ha terminado perdiendo la batalla contra un simple peluche y su cuaderno.
Dales duro Paloma!! Yo me voy preparando y cuando me toque me llevaré el p&€@ muñeco a surfear, volar en parapente, hacer skate por cuestas de vértigo y sólo dejaré una línea en el cuaderno, la del link privado en Youtube donde podrán ver un cortometraje a ritmo espectacular. Si hay que posturear se posturea. Besos.
Pues precisamente este fin de semana tengo a Pampito en mi casa. Y digo tengo xq mi querubín no le hace mucho caso… Por ahora lo mas q puedo poner es que pampito ha estado muy tranquilo en el sofá de casa…Así que me estoy armando de imaginación… Y creo que te copiaré algo.
Jajajjaja no me he podido reir más… yo vivo con el miedo de que pampito nos visite uno de estos fines de semana
Pues pampito no ha llegado a casa todavía pero cuando llegue le daré una clase de ingles y le llevaré a piano como a la niña y listo . Ahora creo que nadie dice nada del primer espacio que debe de ocupar pampito que creo debe de ser la lavadora porque de las manos de tantos niños tiene q venir mugriento y asqueroso así q lo mejor es lavarlo bien y luego dárselo a la niña .
El postureo os lo imponeis vosotros.
Se trata de un excusa para pasar tiempo con los niños haciendo cosas que quizá otras veces no hacemos.
Pero si lo convertís en una competicion por parecer los más guays y quedar VOSOTROS mejor que otros padres, no habeis entendido una mierda. Os estais engañando vosotros y a vuestros hijos.
Nosotros hicimos un par de fotos en la playa y arreando.
Hola alguien sabe como puedo conseguir a pampito?