Tenía muchas ganas de hacer esto: hablar de los clásicos de la literatura infantil y juvenil. Veo que, en ocasiones, los autores clásicos del género quedan relegados a coleccionistas y estudiosos especialistas, negando en muchas ocasiones a los niños el acercamiento a obras, en mi opinión, indispensables. He oído a algunos afirmar que algunas obras clásicas infantiles y juveniles, como por ejemplo puede ser el clásico de James Barrie, Peter Pan, no atraen a los niños actuales, y que estos se aburrirían leyéndolo. No estoy de acuerdo. Es cierto que los ritmos narrativos actuales han cambiado, y que los peques tienen otra concepción y gusto en lo referente a ilustraciones y diseño. Pero también pienso que negarles a descubrir las obras clásicas es un error, el problema es cómo “venderles” esas obras. Yo mismo he comprobado, a través de mis sobrinas, cómo con algunos libros que no les atraían nada porque les parecían un rollo, como por ejemplo el mencionado Peter Pan, se han acabado enamorando de la historia y los personajes. Mis sobrinas incluso terminaron disfrazándose de Peter y Wendy para una fiesta del colegio.
¿Qué fue lo que hice? Nada, simplemente acercarles el libro como lo que siempre fue, una historia infantil llena de magia, aunque escrita en otro tiempo y dejándoles claro que iban a leer algo muy distinto a Gerónimo Stilton. Les leí el primer capítulo, les conté un poco de qué iba el resto de la historia. Cuando me oyeron hablar de piratas, sirenas, indios, Nunca Jamás, el Capitán Garfio y los Niños Perdidos, sencillamente alucinaron. No esperaban para nada que una historia con aquellos ingredientes pudiera encontrarse en un libro con “aquel aspecto”. (Sí, creo que las editoriales deberían hacer un esfuerzo por adaptar los clásicos a una estética algo más actual. En eso sí estoy deacuerdo).
He pensado hacer una serie de post para recomendar algunos clásicos indispensables. Y, aunque he hablado de Peter Pan y Barrie, realmente este primer post quería dedicarlo a la autora inglesa Beatrix Potter, (1866 – 1943). Esta mujer, además de ser todo un ejemplo de superación emocional y lucha contra una sociedad victoriana inglesa que oprimía los derechos de la mujer, dejó como legado una serie de cuentos infantiles que forman parte del imaginario de muchas generaciones. Hablo de las maravillosas historias del Conejo Perico y sus amigos.
En sus cuentos, Potter retrataba la sociedad en la que vivía, (no tan lejana a nuestros días si uno analiza el trasfondo de sus historias), a través de animales humanizados. Ella misma ilustraba sus cuentos con ilustraciones a la acuarela, y hay que decirlo, con una maestría notable.
Los cuentos de Beatrix Potter son ideales para niños a partir de cuatro años, y resulta una gran experiencia para padres e hijos leer el cuento juntos y luego analizar el tema de cada cuento, pues Beatrix encerraba en sus historias algo más que conejos y tejones vestidos con chaquetas de botones dorados. En todos y cada uno de sus cuentos hay una enseñanza y, en ocasiones, no solo para los niños.
Recomiendo leer con vuestros hijos, sobrinos y nietos las historias del Conejo Perico. Hay un volumen editado en España por la editorial Beascoa que recoge casi la totalidad de los cuentos de esta autora, con las ilustraciones originales de ella, (algunas para enmarcar), y material extra. Una edición muy cuidada, en tapa dura y a un precio muy asequible. Un libro que es una auténtica joya imprescindible.
Y para aquellos que les pique la curiosidad y que quieran saber más sobre la persona detrás de esos cuentos, recomiendo investigar por internet sobre la vida de Beatriz Potter. En muchos sentidos fue un ejemplo a seguir. También hay una película titulada Miss Potter, en la que René Zellweger interpreta a la autora. Es una película que cuenta, con bastante fidelidad para tratarse de una película de Hollywood, una parte importante de la vida de esta escritora.
Espero que disfrutéis con esta recomendación. No la paséis por alto.
Y, por favor, no olvidemos los clásicos. ¡Feliz lectura!
