El Viernes Santo es un día más cómodo para ir con los niños: permite descansar, empieza más tarde y suele tener menos aglomeraciones. Es la jornada con más monaguillos, algo que siempre llama la atención y divierte a los peques, y salvo en el caso del Cachorro son hermandades con esperas más breves al tener menos nazarenos.
El Viernes Santo es el día de Triana. Tras el recorrido de regreso de la Esperanza de Triana hasta su templo por la mañana, a las 16.00 horas sale El Cachorro, al que podemos esperar en cualquier punto de la Calle Castilla, en el entorno del Mercado de Triana o ya en el Altozano. Poco después, a partir de las 18.00 realizará un recorrido similar La O.
En el Arenal, la Carretería, con salida a las 16.00 horas es siempre una de las hermandades que más llaman la atención a los niños por el barco que incluye el misterio. Se puede ver cómodamente en Arfe, sobre las 17.00 horas, o a partir de las 18.00 horas en Plaza Nueva. Inmediatamente después, sobre las 18.30 esa misma zona la recorrerá la Soledad de San Buenaventura.
San Isidoro representa una buena lección de sobriedad para los peques. A la ida se puede ver de forma cómoda con niños en El Salvador, en torno a las 20.00 horas.
Otro de los misterios favoritos de los niños del Viernes Santo es el de Montserrat, que se puede ver cómodamente por O’Donnell o Rioja sobre las 21.30 horas. Si vemos todo el cortejo, llamará la atención de los peques la mujer Verónica que porta el sudario con la cara del Señor y que cada año encarna una hermana. La podemos encontrar en los tramos del paso del Cristo. En los tramos de la Virgen figura una hermana que representa a la fe.
La última lección cofrade para los peques es ver a la Mortaja con salida a las 20.30 horas. Para los peques puede ser interesante el muñidor que va delante del cortejo, los 18 ciriales y el impresionante misterio. Es muy cómoda de ver por San Martín en torno a las 21.30 y si vamos con niños más mayores que aguanten hasta tarde a su regreso por San Pedro o Doña María Coronel.